Navaluenga Mágica: Ayuntamiento

 

Este es sin duda el centro neurálgico de Navaluenga, un lugar de encuentro, juegos infantiles, charlas y celebración. Presidiendo la Plaza de España se construyó el Ayuntamiento. El edificio actual es de nueva construcción e imita las formas neoclásicas del anterior.

Según reza en la inscripción original que se sitúa bajo la torre del reloj “Reynando Carlos III se hyzo esta obra de los propyos, año de 1781”. Pascual Madoz lo describe así en 1845, “hay casa de Ayuntamiento que sirve a la par de cárcel, escuela de instrucción primaria, común a ambos sexos”.

En la primera planta poseía un patio interior solado con canto rodado, a la izquierda la cárcel, que según la tradición local era la única de la zona y a la derecha un calabozo con una pequeña ventana, frente a la fuente de la Plaza. El primer tramo de la escalera era de piedra y el segundo de madera, al igual que el suelo de la segunda planta.

 

Al fondo, en lo que hoy es el Salón de Actos, se situaba el Juzgado Civil, con dos entradas, una exterior por la calle de la Corredera. En la segunda planta se situaban las oficinas generales y los despachos del secretario, la Alcaldía y la Sala de Juntas.

 

Del Ayuntamiento del siglo XVIII se conservan las bellotas que coronan las cuatro esquinas. Es original la barandilla de hierro del balcón realizada en 1890 y el reloj con su maquinaria y pesas construido en Valladolid en 1891 por Mariano Benavides, relojero condecorado con la cruz de Isabel “La Católica”. También es original la campana del reloj y la estructura que lo aloja.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1751 se cita un edificio de Ayuntamiento anterior al construido en 1781 “en este pueblo tiene una casa que sirve para los ayuntamientos, la que está en la plaza y bajo su cubierta tiene una oficina que sirve de carnicería y la que sirve de alhóndiga. Tiene de frente ocho varas y nueve de fondo, sin vivienda alta”.

Según la tradición local la construcción del Ayuntamiento de Navaluenga se atribuye al insigne arquitecto Juan de Villanueva, a quién se debe, entre otros edificios, el Gabinete de Historia Natural, que hoy día alberga el Museo del Prado.

            La Fuente de la Plaza que es otro de los emblemas del pueblo, es del primer tercio del siglo XX. Suministraba su agua desde varios manantiales de la sierra y es la primera instalación municipal de agua potable de Navaluenga.

            Anteriormente los vecinos se abastecían de un pozo situado entre el Ayuntamiento y la fuente. Este pozo provisto de brocal de mampostería, bien careada en seco, se conserva, en el mismo lugar, bajo el enlosado de piedra.

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