El Concejo de Burgohondo
Integraban el mismo, los alcaldes mayores que constituían lo que es la figura del alcalde actual y los alcaldes ordinarios, uno por cada pueblo, elegidos anualmente en concejo abierto, así como el procurador del común y el escribano del concejo para la defensa de sus intereses y privilegios reales. Trataban temas o asuntos como la administración de las tierras comunales para dehesas, eras y pinares del común y los propios del consejo que eran aquellos que arrendaban a los particulares, además del reparto de impuestos, la fijación de tareas agrícolas y la defensa de su patrimonio y derechos, principalmente contra los abusos cometidos por Pedro Dávila, señor de Villafranca y Las Navas y por Gil Gómez Rengifo, señor de Almarza. Por otra parte, le correspondía a la abadía de Nuestra Señora del Fondo de Burgohondo como señorío jurisdiccional, la administración de alta y baja justicia, el cobro de determinados derechos de tipo feudal y los derechos orden eclesiástico como los diezmos.