NAVALUENGA MÁGICA: POTRO DE HERRAR
POTRO DE HERRAR:
Se trata de una construcción tradicional de las zonas ganaderas donde se herraban las vacas. Está formado por cuatro sillares de piedra, de una sola pieza, unidos por vigas de madera en los laterales y por un yugo en el frontal. Del suelo arrancan los tres apoyos para herrar.
En estos potros se ponían herraduras de forja a las vacas y bueyes de tiro destinados a las labores agrícolas. El herraje de caballos, burros y mulas no resultaba muy complicado para el herrador porque estos animales se sostienen en tres patas. El herrador conseguía, con relativa facilidad, doblar las patas delanteras y podía herrar en el lugar donde se encontraba el animal.
Mas complejo es el caso de los bueyes y vacas que no se sostienen en tres patas, para ponerles herraduras se inventó el potro de herrar. Una vez introducido el animal, por medio de unos rodillos y correas, se le suspendía en el aire.
Para herrar, el herrero utilizaba un martillo, unas tenazas, clavos de forja y el pujavante (una herramienta que se usaba para dejar lisa la superficie de la pezuña o casco donde se colocaban las herraduras). La forma de las herraduras se adaptaba a la morfología del casco o pezuña de cada animal, siendo de una sola pieza para los caballos, asnos, mulas y de dos piezas para los bueyes y vacas, que se llamaban “cayos” y se colocaban en la parte exterior del casco.
El potro de herrar comenzó a utilizarse en el siglo XIX y cayó en desuso con la mecanización de las laboras agrícolas.